Prendas “estirables” serían una alternativa para reducir gastos en ropa infantil en Venezuela

Los patrones de consumo en cuanto a la compra de ropa varían según la persona, sin embargo, en cuanto a las necesidades de las personas, algunos afirman pocas veces es necesario hacer un cambio de armario en menos de 3 años. Los niños viven una situación muy diferente.

A diferencia de los adultos, los niños cambian de talla de forma frecuente debido a su veloz proceso de crecimiento. Según algunos sitios especializados en venta de ropa, un bebé puede crecer cerca de 25 centímetros en su primer año, siendo obligatoria la compra de prendas alrededor de 3 veces al año solo en la primera etapa de su vida.

En el caso de Venezuela, el mercado textil ha mostrado fuertes incrementos de precio. Esto se debe a que la mayoría de los insumos son importados y se ven muy afectados por las cotizaciones del dólar y la escasez. En el caso de los adultos puede ser más sencillo, ya que la necesidad de cambiar de ropa es menor, muy diferente al caso antes mencionado.

Actualmente, aunque no exista una manera de fijar los precios exactos de la ropa infantil en el país, al investigar en plataformas como MercadoLibre, se pudo encontrar que una franela puede superar los 25 mil bs, mientras que los pantalones oscilan los 37 mil bs, y los conjuntos pueden incluso alcanzar los 80 mil bs.

Realizar este tipo de operaciones cada varios años podría no parecer tan difícil, sin embargo, en el caso de los bebés y los niños pequeños, esto requiere de un gasto anual elevado, tomando en cuenta que se comprarán al menos un par de prendas, y que estas se reemplazaran al menos cada 4-6 meses.

Ante una situación económica adversa como la que vive Venezuela, y una necesidad de hacer un cambio de armario cada poco tiempo, ¿Cuál podría ser la solución al problema? El diseñador de la Royal College of Art, Ryan Mario Yasin, parece haberla encontrado: ropa estirable.

Yasin aseguró al sitio web Dezeen que, al darse cuenta de que ninguna prenda le quedaba a su sobrino debido a que en solo unos meses cambió de talla, decidió experimentar para crear una prenda que pudiera estirarse a medida que el niño creciera, y eliminar la necesidad de comprar ropa cada pocos meses.

El resultado fue su línea de ropa Petit Pli, prendas que tienen una especie de pliegue que se crea al momento de confeccionarla, y que se va estirando con el movimiento. Mientras el niño va creciendo, la prenda va cambiando su forma y se adapta al nuevo tamaño. De esta manera aumenta el tiempo de uso de las prendas por casi 2 años.

En cuanto al material utilizado por la empresa, Yasin asegura que se trata de algo que aún están determinando. Han realizado decenas de experimentos con diferentes telas, incluso algunas modificadas en casa para poder adaptarlas a la misión que tienen como marca.

Como se trata de un producto que aún está en desarrollo, todavía no se sabe cuál será el precio para el consumidor final. Aun así se supone que no superará los gastos de comprar decenas de artículos de vestir para niños en menos de 3 años, convirtiéndola en una opción para familias de bajos ingresos o con muchos niños en casa.

En el caso de Venezuela se trata de una idea interesante a desarrollar, ya que al tratarse de telas experimentales, podría encontrarse una solución similar con las telas que se tienen disponibles en el país, además de tratarse de la solución a una necesidad que genera muchos gastos anualmente.