¿El conejo puede volverse una proteína de consumo masivo?

Esta semana, el presidente de la República habló sobre el denominado "Plan conejo", una iniciativa con la que el gobierno planea aumentar el consumo de carne de conejo en Venezuela como una medida para contrarrestar la escasez de alimentos y proteínas que se ha vivido en el país en los últimos años.

Aunque es conocido que se trata un animal de consumo tradicional en gran parte del mundo, la presentación del plan, realizada por el ministro de Agricultura Urbana, Freddy Bernal, causó gran polémica por las formas y motivos utilizados.

El "Plan conejo" fue presentado como un método de contingencia en el que las personas deben consumir al animal, comúnmente visto como una mascota, porque el país está en situación de guerra. Se trata de declaraciones que causaron malestar en la opinión pública.

Sin embargo, a pesar de estos comentarios, en efecto el mercado de cría y consumo de conejos es algo normal en todo el mundo. Según United Poultry Concerns, asociación para la defensa de los animales, tan solo en Estados Unidos se consumen anualmente cerca de 2.4 millones de conejos todos los años.

Según la Universidad de Pennsylvania, esto se debe a que la cría de conejos es sencilla y rápida, logrando criar animales con un promedio de peso de 4-6 kilogramos en menos de un año. A pesar de que su alimentación es más costosa que la de otros animales, la velocidad lo vuelve un negocio muy atractivo.

Y no es algo que solo se vive en EE.UU., ya que según la revista Cunicultura, para el 2010 la producción de este tipo de carne alcanzaba las 300 mil toneladas, a la vez que distintos estudios de universidades nacionales afirmaron que existen varias zonas en el país, como Trujillo y Aragua, donde la demanda de este animal era algo común y en crecimiento.

Es importante destacar que en cuanto a los costos y procesos antes mencionados, vemos que se trata de un negocio capaz de reducir la escasez de alimentos, pero al momento de combatir la inflación, probablemente no tendrían ningún tipo de influencia, por lo que no sería accesible para cualquier tipo de consumidor.

A pesar de que muchos desconozcan del uso de los conejos como fuente de proteínas, ya en 2015 se hablaba de incrementar la producción en algunos estados del interior del país. Esto demuestra que más allá de la falta de proteínas, muchos todavía se encuentran reacios a una ampliación de sus dietas.

Ante esto, una de las partes más importantes para lograr masificar el consumo de carne de conejo es la realización de campañas de concientización sobre el animal. Esto se debe a que en nuestro país, a pesar de consumirse este tipo de proteínas, suelen ser vistos en muchas localidades como una mascota más.

Según la evolución de este plan, y la recepción que tenga este en el público general, puede ser un buen indicador con el que definir si adentrarse en la cría de conejos para consumo es un negocio sencillo y rentable.